24/11/2023
Valeria Moraga
De acuerdo a cifras de UNESCO (2019), en Chile existe una amplia brecha de género en el número de personas graduadas de educación superior en áreas Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Lo anterior resulta preocupante considerando que, a nivel global, el 75% de los empleos estarán relacionados con el campo de las STEM para el año 2050 (ONU Mujeres, 2023) y a que se trata de empleos bien pagados.
La desigualdad entre hombres y mujeres en ciencia y tecnología se da por varios factores, generando inequidades que repercuten en diferencias económicas y sociales.
Las diferencias de género se aprecian desde la niñez, estando presentes en las primeras instancias de socialización y escolarización. La desventaja de las niñas en STEM es resultado de la interacción de factores sociales, normas culturales y estereotipos de género, causantes de que a las niñas no se les estimule, capacite y motive de la misma forma que a los niños en campos relacionados con STEM, principalmente porque se les atribuyen capacidades diferentes para desempeñarse en estas áreas. Sin ir más lejos, de acuerdo a datos de la OCDE (2015), en Chile un 50% de los padres espera que sus hijos se desempeñen en áreas vinculadas a las STEM, mientras que sólo un 16% de los padres espera lo mismo de sus hijas.
La brecha de género se manifiesta en una menor percepción de autoeficacia en las niñas durante los primeros niveles de la educación y eventualmente se convierte en un mecanismo de exclusión en la educación superior.
Lograr una representación equitativa en el campo de las STEM requiere intervenciones en distintas dimensiones, incluyendo iniciativas que erradiquen los estereotipos de género, que aumenten la participación de las niñas en actividades relacionadas a las STEM desde los primeros niveles educativos, que aseguren la capacitación de docentes en estrategias de enseñanza sensible al género, que promuevan políticas de admisión inclusivas y que apoyen a las mujeres en la elección de una carrera y eviten la deserción.
De acuerdo a cifras de UNESCO (2019), en Chile existe una amplia brecha de género en el número de personas graduadas de educación superior en áreas Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Lo anterior resulta preocupante considerando que, a nivel global, el 75% de los empleos estarán relacionados con el campo de las STEM para el año 2050 (ONU Mujeres, 2023) y a que se trata de empleos bien pagados.
La desigualdad entre hombres y mujeres en ciencia y tecnología se da por varios factores, generando inequidades que repercuten en diferencias económicas y sociales.
Las diferencias de género se aprecian desde la niñez, estando presentes en las primeras instancias de socialización y escolarización. La desventaja de las niñas en STEM es resultado de la interacción de factores sociales, normas culturales y estereotipos de género, causantes de que a las niñas no se les estimule, capacite y motive de la misma forma que a los niños en campos relacionados con STEM, principalmente porque se les atribuyen capacidades diferentes para desempeñarse en estas áreas. Sin ir más lejos, de acuerdo a datos de la OCDE (2015), en Chile un 50% de los padres espera que sus hijos se desempeñen en áreas vinculadas a las STEM, mientras que sólo un 16% de los padres espera lo mismo de sus hijas.
La brecha de género se manifiesta en una menor percepción de autoeficacia en las niñas durante los primeros niveles de la educación y eventualmente se convierte en un mecanismo de exclusión en la educación superior.
Lograr una representación equitativa en el campo de las STEM requiere intervenciones en distintas dimensiones, incluyendo iniciativas que erradiquen los estereotipos de género, que aumenten la participación de las niñas en actividades relacionadas a las STEM desde los primeros niveles educativos, que aseguren la capacitación de docentes en estrategias de enseñanza sensible al género, que promuevan políticas de admisión inclusivas y que apoyen a las mujeres en la elección de una carrera y eviten la deserción.