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Salud sexual y reproductiva en pandemia

El 28 de mayo fue el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, fecha donde se visibiliza y promueve la acción frente a las causas de enfermedad y muerte que nos afectan, y que se vivió un año más en medio de la pandemia Covid-19.

La pandemia ha significado una fuerte carga en los servicios de salud para tratar a las personas infectadas por coronavirus, provocando a la vez una fuerte disminución del acceso a otras prestaciones de salud. Las mujeres nos hemos visto gravemente afectadas: según cifras del Dpto. de Derechos Humanos y Género del MINSAL, entre enero y mayo 2020 se registraron solo 53% de los controles ginecológicos realizados en tiempos habituales.

El aplazamiento de los controles de salud sexual es peligroso, sobre todo considerando que en ellos se planifican exámenes preventivos de enfermedades mortales como el cáncer. Consecuentemente, como se ve en la segunda imagen, la realización de los cuatro exámenes relacionados con la prevención de cáncer de mamas y cuello cérvico uterino, también han sufrido importantes bajas en contexto de pandemia comparado con tiempos habituales.

Ahora, dado que la pandemia ha afectado el acceso a otras prestaciones de salud transversalmente por temor a contagio o menos horas disponibles, los hombres también han bajado su acceso a controles preventivos oncológicos. Sin embargo, se ha evidenciado una brecha de género, con una mayor reducción en el número de prestaciones en las mujeres en cánceres que les afectan a ambos sexos.

¿A qué se debe esto? Entre las razones que explican esta diferencia, está la falta de tiempo dada la inequidad de género en la distribución del trabajo doméstico y de cuidados, la cual se ha agudizado en pandemia sobre todo cuando hay niñes en casa. Una vez más observamos que las devastadoras consecuencias de la pandemia, son aún peores para las mujeres.

Urgen políticas integrales de salud con perspectiva de género inmediatas para remediar esta situación. Pero sobre todo, urge acabar con las bases estructurales de la inequidad de género para que nuestro derecho a la salud sea plenamente garantizado.

Fuente: Escuela Salud Pública UChile (2020); Monitoreo Social Mesa Aborto (2020)

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