
Las mujeres son menos de un 25% de las victimarias del total de delitos de mayor connotación social (DMSC) y de violencia intrafamiliar (VIF), y realizan generalmente delitos con menores niveles de violencia. Hoy, desde ODEGI, analizamos la participación de mujeres y hombres en los delitos de DMCS y de VIF en Chile.
La delincuencia es un ámbito de la esfera pública que no está exento de lógicas de poder y estereotipos de género. Las cifras no demuestran lo contrario: se puede observar que de la población penal privada de libertad, sólo el 7,4% son mujeres, lo que corresponde a 3.506 presas. (Gendarmería de Chile).
Lo mismo sucede con los delitos de mayor connotación social (DMSC), que son aquellos delitos de carácter violento y que afectan la propiedad, la vida, y los bienes de las personas (AMUCH, 2018). Como muestran las estadísticas de la Subsecretaría de Prevención del Delito, el 73,5% de los victimarios de los DMSC son hombres.
Además, al observar individualmente cada uno de estos delitos, se muestra que los hombres son los que cometen estos actos en más del 60% de las veces en todas las categorías, pero están especialmente presentes en los delitos de violación, robo y homicidio.
Sumado a esto, se evidencia que 3 de cada cuatro victimarios de violencia intrafamiliar (VIF) son hombres. En contrapunto, las mujeres victimarias de estos delitos, que si bien son minoría en todas las categorías, tienen mayor presencia en lesiones leves y hurtos.



¿A qué se podría deber esta diferencia en la participación de mujeres y hombres en los DMCS y de VIF?
Cabe destacar que las estadísticas dan cuenta de los casos policiales y personas aprehendidas por delitos conocidos por la policía, y que consideran detenciones por flagrancia y denuncias formales realizadas por la ciudadanía en Carabineros de Chile o la PDI. Por lo tanto, no se consideran delitos que no son denunciados ni detectados por las autoridades.
Sin embargo, se puede observar que siguen presentes los estereotipos que asocian la violencia y la fuerza a lo masculino. Esto explica su mayor presencia en delitos graves y que implican violencia, jerarquías de poder, e inequidades, como lo son los homicidios, las violaciones y la violencia intrafamiliar. Por el contrario, las mujeres presentan menores niveles de violencia, y cometen delitos que principalmente tienen motivos económicos. Esto puede relacionarse con la feminización de la pobreza, la gran cantidad de familias monoparentales con mujeres como jefas de hogar, y la brecha salarial.